La Casa de las Conchas

Este palacio, uno de los más populares de Salamanca, puede considerarse como el edificio civil más representativo de la arquitectura gótica civil española (no dedicada a fines religosos), del arte de la época de los Reyes Católicos. Se funden en esta casa las sugestiones góticas, moriscas e italianas. Es uno de los máximos exponentes del plateresco español.

Se construyó por encargo de Don Rodrigo Maldonado de Talavera, siendo afín a los Reyes Católicos y caballero de la Orden de Santiago. La hizo construir en los últimos años del siglo XV y primeros del XVI. Su motivo ornamental principal lo constituyen las conchas de su fachada, símbolo de la Orden de Santiago, de la que era canciller el fundador.

Las ventanas del piso bajo llevan rejas primorosas, a las que se ha definido como: “las más bellas de la ferrería gótica española”.

El patio es uno de los conjuntos más típicos de los claustros españoles y llama la atención el pozo que se encuentra en el centro.

Muy interesante es la escalera de tres tramos que permite el acceso a la planta superior, cubierta por un artesonado de tipo italiano. Desde el piso superior pueden verse gárgolas y escudos tallados en piedra así como La Clerecía.

El sótano de la casa se convirtió más tarde en un lugar donde los estudiantes de la Universidad pagaban las penas impuestas por el Maestre-Escuela.

Actualmente acoge una biblioteca pública, la Biblioteca Pública de Salamanca “Casa de las Conchas” y una sala de exposiciones.

¿Por qué conchas como elemento ornamental?

Hay diferentes opiniones. Ciertos autores creen que fue una muestra de orgullo de los Maldonado por pertenecer a la orden de Santiago. Otros más románticos, indican que la repetición de las conchas (símbolo nobiliario de los Pimentel), fue una muestra del amor por parte de Don Rodrigo Arias Maldonado (hijo de Rodrigo Maldonado de Talavera) por su esposa Doña Juana de Pimentel, cuyo escudo de armas lo forman barras y conchas como se puede ver debajo de una de las ventanas. Es posible que fueran un añadidas posteriormente durante la reforma decorativa llevada a cabo por Rodrigo Arias en el siglo XVI. Las conchas no están talladas sino que se encuentran adosadas al muro mediante ganchos de hierro, tiene mucho más sentido que tallarlas en los sillares.